Psicosomatizar

o «El corazón sabe cosas que la mente ni sospecha» – Blaise Pascal

psicosomatizar

Psicosomático es una palabra que, aunque suena compleja, no lo es tanto. Ella junta dos conceptos que muchas veces se ven separados: Uno es psique (que significa alma) y el otro es soma (que significa cuerpo). Al unirlos, la palabra psicosomático sugiere que muchas veces el cuerpo funciona junto al alma. O sea, lo que te afecta psicológicamente también afecta tu cuerpo, y lo mismo al revés. Por ejemplo, te duele el estómago. Puede ser que algo simplemente te haya caído mal, y esto, por supuesto, no tiene nada que ver con tu estado psicológico. Pero, por otro lado, puede ser que tengas colon irritable, el cuál es un síndrome psicosomático. O sea, te duele el estómago porque estás nervioso o estresado. ¿Te has preguntado si tu dolor puede tener que ver con algo psicológico?

Sorprendentemente, esto es algo que muchos no consideramos en nuestro día a día. Y si ese es el caso, quizás es hora de tomar cartas en el asunto. Tal como cuando algo te cae demasiado mal buscas ayuda médica, cuando algo emocional te cae mal, puedes hacer cosas por tratar ese problema. Conversar con alguien de eso, o cambiar la situación que te estresa o, si no se puede, aceptarla. ¡Pero no te quedes entremedio! Es como tener instalado un sistema de alarma en el auto y no ir a mirar qué pasa cuando se enciende, ¡no tiene sentido!

El cuerpo es el termómetro que nos conecta con el mundo externo. Y el cuerpo no miente. Si no lo tomamos en cuenta, nos iremos apartando de lo que nos hace bien. Además, si no lo escuchamos por las buenas, el cuerpo puede empezar a gritar, para que lo oigamos por las malas. Y todo grito del cuerpo, literalmente, duele. Así es con apretar los dientes, varios tipos de dolor de cabeza, muchas tendinitis, y tantos otros. Si el termómetro te dice que tienes fiebre alta, ¿tu seguirías sin cuidarte?

La invitación de hoy es a que comiences a sentirte. ¿Cómo sientes tu cuerpo ahora mismo? ¿Hay alguna parte que te esté molestando o llamando la atención? ¿Por qué crees que te duele? Y, por último, ¿hay algo que puedas hacer para sentirte mejor? Si respondes a estas preguntas y haces algo al respecto, te aseguro que empezarás a vivir mejor.